Así lo expresó José Cavallera, padre y referente del grupo de familias con niños y adultos neurodivergentes, en la reunión convocada ayer en la Casa de la Cultura para continuar erradicando la pirotecnia en Marcos Juárez. Estuvo presente la Intendente Municipal, funcionarios municipales, jueza de faltas, cúpula policial regional y representantes de clubes de la ciudad.

En la jornada de ayer, la Intendente de Marcos Juárez, Sara Majorel, recibió en la Casa de la Cultura a la jueza de faltas Sofía Benassi, a la cúpula policial de la región, a presidentes y representantes de los clubes de la ciudad, y a padres de niños y adultos neurodivergentes, acompañada por funcionarios municipales.
El objetivo del encuentro fue continuar coordinando acciones conjuntas para seguir erradicando el uso de pirotecnia en la ciudad, una práctica que sigue generando consecuencias negativas en distintos sectores de la comunidad, así como también en los animales.
Durante la reunión, José Cavallera expresó con claridad el impacto que los estruendos provocan en niños y adultos neurodivergentes: «Cada explosión puede desencadenar una crisis de ansiedad y miedo que se prolonga hasta siete (7) días». A esto se suma el daño que también sufren los animales, que reaccionan con estrés y temor ante los ruidos intensos, muchas veces sin posibilidad de recibir la asistencia adecuada.

Desde el Municipio, el juzgado de faltas, las fuerzas de seguridad, las instituciones deportivas y las familias, se solicita con firmeza a la comunidad que, ante la presencia de pirotecnia, intervenga con respeto para evitar su uso.
Entre todos podemos construir una ciudad más respetuosa, empática y consciente de las necesidades de quienes más nos necesitan.
